Estaban los dos hombres en un calabozo.
¿ Por qué estás preso?- preguntó uno.
Porque soy libre- contestó el otro.
¿ Y qué es la libertad?
La libertad no existe, como no existe el hombre. Sólo existe el hombre hambriento y el hombre libre.
¿ Y qué es ser un hombre libre?
No decir y no hacer lo que los hombres libres quieren que uno diga y haga.
¿ Y si te obligan?
El hombre libre se rió.
Precisamente – dijo-, ahí está la fuerza del hombre libre. Nadie puede obligarlo a decir ni hacer lo que no quiere.
Sin embargo – dijo el otro-, ahora, por ejemplo, te obligan a no estar con la mujer que amas.
¿ Y quién te dijo – contestó el hombre libre- que no estoy con ella?
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